El calentamiento global y la pérdida de ecosistemas amenazan el futuro de la vida en la tierra
Nuestro planeta tiene más de 4,500 miles de millones de años y en este período de tiempo ha sufrido fuertes cambios, tanto geológicos como químicos y térmicos; hemos pasado por períodos de alta actividad volcánica, hemos sido golpeados por grandes meteoros y sólo un milagro, por una única vez conocida, dio las condiciones para la generación de agua en este planeta, que no se ha replicado desde hace millones de años, por lo tanto, toda el agua en la Tierra es la misma de un inicio. Otro gran milagro que sucedió, también por única vez, ha sido la creación de la vida de un organismo que tuvo la capacidad de replicar sus células, formando seres cada vez más complejos, del cual evolucionaron los seres vivos que han existido en el planeta, por lo tanto compartimos información genética con todas las criaturas que existen; tenemos desde el 99% de similitud con los Chimpancés, hasta un 50% con los vegetales. Esto es especialmente significativo porque demuestra que todos los seres vivos somos hermanos de alguna forma y, por lo tanto, debemos respetarlos, cuidarlos y evitar a toda costa que desaparezcan.
Tantos millones de años de evolución, y la colonización de la vida en todas sus formas sobre la superficie terrestre, se están viendo amenazadas a un nivel cada vez más rápido desde la aparición del hombre moderno. Por mencionar algunas cifras, hace mil años la biomasa que tenían todos los animales silvestres era de un 97%, y el humano, incluyendo animales de granja y sus mascotas, era sólo del 3%, pero la cifra se ha revertido en la actualidad, ya que, además de la población humana de más de siete mil millones de personas, también las vacas, cerdos y borregos tienen números impresionantes, pues hay más de 3,500 millones; prácticamente la mitad de la población humana y de todas las aves del planeta, el 70% son pollos de granja. Las gráficas muestran que entre más sea el aumento poblacional, mayor será la demanda de recursos, por lo tanto habrá cada vez menos animales silvestres, así como menos bosques y selvas, y por lo tanto menos especies, ya que muchas de ellas se estarán extinguiendo a nuestro paso.
Pero, ¿Qué está causando la extinción masiva de especies y la disminución en las poblaciones de muchas otras? Son varias las cusas que nos están llevando al colapso. El daño que le estamos haciendo al Planeta no es sólo la pérdida de ecosistemas y de especies, hay algo más que nos está amenazando y que desde hace pocas décadas ha llamado la atención de científicos alrededor del mundo, el llamado Calentamiento Global que en el último siglo se estima ha sido de casi dos grados centígrados. Esto es fácil de predecir si analizamos que hemos perdido más del 80% de los bosques y el 90% de las selvas que eran nuestros reguladores ambientales continentales más importantes; y por otro lado el crecimiento desmedido de las ciudades con planchas de concreto y asfalto que funcionan como espejos de calor, en lugar de los árboles perdidos que servían como reguladores ambientales, que absorbían la energía del Sol, la transformaban en biomasa y la usaban para producir oxígeno. Las ciudades están cada vez más conglomeradas, los gases que ahí se concentran son además nocivos para la salud y en pocos años será peligroso respirarlos por las concentraciones que van a alcanzar.
El crecimiento de la población mundial, con las demandas actuales de tecnología para la generación de energía, movilidad y sistema alimentario, producen cada vez más gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global. Todos somos responsables por el modo de vida que llevamos, ya sea por el uso de energía eléctrica generada por combustión, el transporte que usamos para desplazarnos o nuestros hábitos de consumo nos están echando la soga al cuello. Quiero hacer un énfasis especial en la producción de alimento: por mencionar un ejemplo, las vacas son de las principales responsables de la producción de Metano, uno de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) más perjudiciales, además de la cantidad de agua que se necesita para la producción de carne y leche es realmente una locura, actualmente se utilizan 130 millones de litros de agua diarios para la producción de carne; en promedio 2,500 litros de agua para el aprovechamiento de 1 kg de carne y 1,000 litros de agua para la producción de un litro de leche, además de las millones de hectáreas que se desmontan cada año para la ganadería y la agricultura. ¡Realmente debemos cambiar nuestros hábitos de consumo!
El calentamiento global se ve reflejado de muchas formas; no sólo es el hecho de que sintamos más calor, sino que se pronostica que los desiertos serán cada vez más áridos y las selvas taladas o quemadas no tendrán oportunidad de recuperarse, sino que se convertirán también en desiertos. Al aumentar la temperatura de los océanos se evaporará más agua, por lo que cada vez, de formas más alarmantes, seremos víctimas de eventos climatológicos catastróficos como inundaciones, huracanes, tornados, granizadas, etc. Muchos de nuestros bosques son ecosistemas relictos de la época de la glaciación y algunos se quedaron en la punta de las montañas donde han conservado la temperatura y humedad adecuada para sobrevivir, pero con el calentamiento estas condiciones se están perdiendo, matando millones de árboles cada año y a muchos de sus habitantes. Esto sin contar los miles de incendios que cada año acaban con millones de hectáreas de bosques y selvas.
En lo personal tengo un interés especial en las aves y he publicado varios libros sobre ellas, por lo que me he dado cuenta del desplazamiento de algunas especies tropicales a regiones que solían ser más templadas, y la disminución de especies de los bosques por no soportar estas temperaturas o que están desapareciendo por la disminución de estos ecosistemas. BirdLife International, una de las principales organizaciones mundiales dedicada a la conservación de las aves, publica en su página de Internet que, del año 1500 a la fecha, se han extinguido alrededor de 182 especies de aves en el planeta. Tristemente se pronostica que en este siglo podrían desaparecer cerca de la mitad de las especies de aves conocidas, es decir cerca de 5,000 variedades.
Realmente vivimos en un mundo frágil en el que se mantienen muchas cadenas unidas por eslabones delgados y lo que les pasa a unas especies les afecta a otras.
Es urgente que como sociedad seamos conscientes de estas amenazas, que no sólo afectan a otros seres vivos, sino que tarde o temprano nos afectará a nosotros, veámoslo como el canario que usaban anteriormente en las minas para ver si era seguro estar ahí. La conservación y manejo a largo plazo de nuestra diversidad biológica está en nuestras manos ya que el mayor daño ambiental que le hemos hecho al planeta ha sido en los últimos 40 años, esto representa un compromiso de gran magnitud para los mexicanos de nuestra generación. “Nosotros seremos los responsables del futuro de la vida en el Planeta”.
Tratemos de reducir nuestra huella ambiental; busquemos en la medida de lo posible no usar combustibles fósiles como gasolina, gas y carbón, apliquemos las tres R de la sustentabilidad: reducir, reusar y reciclar, plantemos todos los árboles que podamos y apoyemos las reforestaciones.
*Presidente Colegio de Biólogos de Coahuila
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