Los retos ambientales de Coahuila

Desde hace algunos años los problemas ambientales amenazan al planeta y a su población. Por ello, conocer objetivamente lo que está ocurriendo en la relación de la actividad humana con la naturaleza es el primer paso para definir lo que debemos hacer para mejorar nuestro entorno. Temas como el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la reducción del agua disponible, la contaminación del aire, la saturación de los mares y los océanos con plásticos, son algunos de los grandes desafíos que tenemos que enfrentar desde hoy si queremos construir un mejor futuro.

Específicamente, para entender los retos en materia ambiental que enfrenta el estado de Coahuila, es necesario visualizar el territorio de manera diferenciada. La entidad presenta una gran diversidad en cuanto a su actividad económica, su composición social, la organización de quienes habitan el territorio, sus tipos de comunidades y también de su naturaleza.

En entrevista para Espacio Público, la Bióloga Eglantina Canales Gutiérrez, Secretaria del Medio Ambiente en Coahuila, identificó los grandes temas alrededor de los cuales deben girar las políticas ambientales del estado y de sus municipios, relacionadas principalmente con el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad.

Y es que debemos entender cuál es el componente humano en un fenómeno que siempre ha sido natural: “…las glaciaciones y las épocas de calor, las épocas de seca, las épocas de lluvia en el planeta son resultado de variaciones bien importantes que pueden ir desde cambios geológicos hasta cosas bien irrelevantes que parece que no tuvieran qué ver, pero el clima cambia, todos los días estamos obteniendo nosotros oscilaciones que no serían importantes del tipo atmosférico, pero al final el clima cambia”, señaló.

Pero esta vez el fenómeno no lo podemos adjudicar al cambio de las corrientes marinas o porque surgió Centro América, ni podemos adjudicarlo a los movimientos que la tierra hace de su eje magnético o de su acomodo respecto al Sol, sino que ahora somos nosotros los que estamos provocando un calentamiento artificial que hay que entender, porque el costo puede ser muy alto.

“Coahuila tiene una posición geográfica muy complicada en el continente, está ya en la región de desiertos, está en el centro, o sea alejada de los dos océanos, justamente en medio, y entonces eso hace que nuestro clima, de sufrir mayor calentamiento, va a tener problemas muy serios de sequías, sobre todo, y de fenómenos extremos”. Agregó que toda acción debe estar encaminada irremediablemente a disminuir, en primer lugar, la cantidad de emisiones.

El segundo gran tema es qué le va a pasar a la biodiversidad: “…con el cambio climático va a haber pérdida de especies, cambios brutales en los ecosistemas, entonces nosotros tenemos que hacer todo lo necesario para proteger esa pequeña parte que nos toca, en el sentido de lo que ocupamos de masa terrestre en el planeta, porque nosotros estamos llenos de endemismos; Coahuila tiene una gran cantidad de endemismos que son resultado de los cambios de otras eras geológicas, de mayor calor y de mayor frío, de la interrupción de cauces de ríos, de la desecación, de todo, de su propia geografía y de su propia morfología, entonces tenemos muchísimos endemismos que son extremadamente fáciles de perder”.

“No es que un día vayamos a amanecer en una tormenta de fuego, son cambios que se van dando poco a poco y que los científicos los tienen bastante bien medidos: el número de ciclones, a lo mejor que no cambia, pero la intensidad de los mismos sí; la cantidad de incendios forestales posiblemente no cambie pero su intensidad sí; las sequías más prolongadas, las inundaciones más frecuentes, que son resultado también de la falta de planeación urbana, pero de cualquier modo no sucedían, entonces estas ya son señales que tenemos que ver como alertas muy claras, pero hay unas formas más claras de advertir que algo está pasando y son los animales y las plantas. Los movimientos de los animales y las plantas nos dicen que está cambiando el clima”.

Aunado a ello, manifestó que el acelerado crecimiento que están sufriendo las ciudades generan un impacto importante en el medio ambiente, primeramente por el cambio de uso de suelo: “…a lo mejor si tú cambias un uso del suelo forestal a ganadería puede ser muy dramático, si tumbas la selva para hacer un pastizal, va a ser muy dramático o si tú modificas las condiciones de los pastizales nuestros o de los matorrales a través de la ganadería puede ser dramático de cierta manera, dependiendo de la intensidad que le des, pero siempre pudiéramos pensar que hay una posibilidad de pararlo e incluso de propiciar las condiciones para que se regenere, que es lo que está pasando en algunos lugares, pero una ciudad es un cambio total de uso del suelo en donde aquí donde estamos seguramente había árboles y arbustos, algún arroyo y había un montón de animales, y ahorita qué hay, una plancha de cemento; entonces es un cambio muy fuerte”.

El crecimiento hacia las zonas periféricas de la ciudad ha propiciado centros de población densamente poblados y comunicados con la sola vía de acceso a la parte central de la ciudad, generando no solamente islas de calor, sino problemas de movilidad que incrementan los gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera.

Si bien medidas como la reforestación resultan sumamente importantes para mitigar los efectos del cambio climático, resulta imprescindible analizar qué especies se plantarían y dónde, cuál era la biodiversidad ahí existente, porque de manera incidental pudieran crearse desiertos verdes, es decir una sola especie y, aseguró, no es lo más recomendable. “Creo que lo que tenemos que hacer es buscar la forma en que la naturaleza funcione y tratar de trabajar con ella, es lo más sabio que podríamos hacer, lo que sí yo recomendaría mucho son las reforestaciones en el ámbito urbano. Yo creo que estas islas de calor que hemos creado con tantas azoteas, con tanto pavimento, con tantas banquetas y donde la gente dice ‘no, pues yo no quiero tener jardín porque es muy latoso de mantener y entonces prefiero no tener tierrita sino tener todo pavimentado’, pues lo que estamos creando es un reflejo de calor tremendo y no nos estamos dando la oportunidad de tres cosas fundamentales: primero proveer espacios verdes, después tener una masa verde que también sirve para cuestiones ambientales importantes como absorber bióxido de carbono; todas esas cosas que a veces no consideramos, pero que son bien importantes que hacen las plantas, y por último también tiene una función estética, se ve más bonito”.

Según recomendó, los esfuerzos de reforestación deben estar centrados en las masas urbanas de una manera ordenada y, sobre todo, es importante tener en consideración que plantar un árbol no es la solución final a todos los problemas. “Yo siempre les pongo de ejemplo la Alameda. La Alameda fue sembrada de manera original en 1835, va a cumplir 200 años un día de estos, si nunca la hubieran regado, si nunca la hubieran podado, si nunca la hubieran cuidado, pues ya no tendría esos árboles, tendría otros o no tendría nada, entonces el problema no es plantarlos, el problema es que son un compromiso de vida; ellos no se pueden procurar solos su comida, ni su agua”.

En el tema del plástico señaló que es un problema cada vez más importante a partir de las llamadas de atención de grupos ambientalistas y científicos por el surgimiento de las islas de plástico en el Océano Pacífico, donde se muestra que la acumulación de estos materiales empieza a tener efectos muy dañinos en la vida animal; es entonces cuando nos damos cuenta de que efectivamente la cuestión del plástico es un problema que tiene que ser solucionado y la solución que se ha encontrado hasta ahorita es la disminución del consumo. “Yo creo que es la primera medida, y es importante porque el problema es que antes te ponían la tabla de cuánto se tardaba en desbaratarse cada cosa y te ponían ‘un plástico diez mil años… ah bueno, dentro de diez mil años que se apuren’, pues sí, nada más que apenas tenemos 13 mil años como especie aquí en América, entonces como que falta bastante. Diez mil años pueden ser muy pocos en la historia de la tierra, nuestra historia humana apenas rebasa esos diez mil años… pero el problema es que el plástico no se deshace, porque es una molécula creada por el hombre o sintetizada por el hombre y que no hay ni bacterias ni hongos ni otros elementos que puedan hacer una descomposición de los mismos”.

?Cada año perdemos miles de especies en el mundo y Saltillo no es la excepción. La capital de Coahuila cuenta con varios endemismos de cactáceas a los que se debe poner atención, porque muchos de ellos ya se encuentran pegados a la mancha urbana y rápidamente pueden ser destruidos con un desmonte, por citar un ejemplo. “Los animales antes aquí andaban, posiblemente donde estamos nosotros ahora, a lo mejor hace 250 años ellos aquí andaban o cien y que nadie los veía. Los arroyos son muy importantes aquí en Saltillo, a mí me gustan mucho, pero hay algunos arroyos que si tú te metes, estás a siete o diez metros de hondo… por ahí puede caminar un oso y nadie lo ve, entonces no creo que sea tan raro que haya osos en Saltillo, porque esta es su casa y la de nosotros también, pero deberíamos de aprender a convivir”.

Agregó, Saltillo cuenta con la característica de reunir una comunidad en donde el ambientalismo ha estado presente desde hace tiempo y eso se refleja en la toma de decisiones importantes para la aplicación de políticas públicas positivas para el medio ambiente: “…por ejemplo aquí en Saltillo te puedo decir dos cosas que son muy interesantes: la Policía Ambiental por un lado, que yo lo veo como la manera práctica de la aplicación de la Ley, pero también la hicieron como una policía de proximidad y eso la hace muy amable con las personas y digna de muchísima consideración, pero también de respeto por muchos sectores de la población, porque están cumpliendo un papel que era muy difícil de cumplir solamente a través de inspectores porque no tenían muchas facultades que como policías sí tienen, entonces yo creo que eso es muy importante. Y la otra es tener el Instituto Municipal de Planeación; aunque sé que también en otros municipios hay, pero si tú ves todos los proyectos del Instituto, uno a uno y el conjunto del Plan, es un Plan que gira alrededor de lo ambiental… y a veces en otros IMPLANes del país, yo lo que he visto es que están muy recargados hacia la parte constructiva de la ciudad, o sea, hacia el cómo hacer crecer la ciudad más fuerte en el desarrollo que en la parte ambiental”.

“Yo creo que todavía nos falta un larguísimo camino por recorrer, en donde va a ser un camino accidentado, porque en cualquier momento puede haber situaciones de crisis que nos obliguen a hacer cosas que aparentemente sean un curita, una bandita que te pones cuando te lastimas, pero si tienes una hemorragia, no va a ser suficiente. Eso puede pasar en cada momento. Y otra cuestión es que, a lo mejor por querer tratar de curar una pequeña herida, lo que vamos a hacer es infectarla y causar un daño mayor. Pues yo creo que esta parte tiene que tener un componente muy serio de planeación… Y la otra cuestión es que todo cuesta trabajo; si tú quieres disminuir tu consumo de plásticos, tienes que trabajar un poquito más y a veces no estamos dispuestos a sacrificar nada de nuestra aparente comodidad, entonces yo creo que los saltillenses y los coahuilenses, todos, deberíamos de estar dispuestos a sacrificar un poquito de comodidad y sentirnos muy gratificados por el resultado de estar colaborando con el medio ambiente”.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*
*